http://www.educar.org/Educacionfisicaydeportiva/historia/tejo.asp

Algunos historiadores afirman, que el Tejo llamado en un Principio TURMEQUE, tuvo su origen en los bastos dominios de los Zipas y los Zaques, donde hoy es Turmequé. En este lugar tenia sus propiedades el príncipe de Guatavita, cuyas hazañas deportivas eran admiradas por sus súbditos. Entre dichos deportes figuraba el lanzamiento de un disco de oro a gran distancia, juego este que se denominaba “ZEPCUAGOSCUA”, y en el que era prácticamente imposible vencerlo.
La distancia que cayera el objeto lanzado al punto de referencia, la medían por cuartas, jemes o pulgadas quien mas próximo quedara, ganaba una mano, quien mas manos lograra acumular más puntaje; quien le pegara a la referencia, contabilizaba tres puntos o manos; los partidos los cazaban a 9,11,15 ó 20 manos, quien ganaba daba la revancha. En celebraciones importantes, en especial en rituales deidades realizaban torneos de juego al Trueque y en estas ocasiones lo ejecutaban con discos de oro al que llamaban ZEPGUAGOSCUA con “tejuelos” o “Tunjuelos”, participaban en estas competencias los más diestros y preferencialmente los jerarcas.
Al iniciar el juego todos los asistentes gritaban CACHIN, CACHAN CACUMBA…UMBA El dios de la bebida MENCATACOA no podía faltar por lo cual el consumo de chicha era abundante. También realizaban encuentros para dirimir diferencias comerciales o para ganarse el amor de las doncellas. Este deporte no era exclusivo de los hombres, las mujeres también lo practicaban. La tradición cuenta que el cacique Pedro Naizaque, quien convivía con 7 mujeres, por exigencia de la iglesia Católica debía formar su hogar con una sola, así que sometió a sus concubinas a competencias del JUEGO AL TURMEQUE, este torneo duró varios días saliendo triunfadora María Lucero con quien el cacique se casó. 

Otros consideran que el origen del juego al Turmequé está relacionado con el fenómeno ovni. En los Vedas libros sagrados del Indostán, en los libros del Taoísmo, del sen, de la religión hebrea y muchos otros escritos hacen alusión a naves espaciales que echan fuego. En pinturas rupestres y estatuas de piedra con representaciones de astronautas, El disco con el que se juega al Turmequé réplica de las descripciones, dibujos y formas mencionadas en los libros anteriores. Pues cabe pensar que los aborígenes de la región de Turmequé observaron o fueron visitados por estas naves para perpetuar el recuerdo crearon este deporte en honor a los dioses venidos de los cielos. Este deporte se fue trasmitiendo a través de los tiempos, es así que en el Municipio existen canchas del juego al Turmequé donde se practica este deporte acompañado de una canasta de cerveza.

El nivel de desarrollo alcanzado por esta disciplina, ha generado un incremento considerable en su practica, trascendiendo del altiplano a todas las latitudes del país y los cambios que se pueden incluir son solo de forma; tejos y bocines de mayor resistencia, cajas de greda y plastilina y la pólvora que ratificaba con su explosividad el premio de La mecha como testimonio de tiros certeros en pos de ganar un espacio el cotidiano y monótono transcurrir de la vida.
El tejo mantiene su vigencia y ha sido institucionalizado como “deporte”, sujetándolo a reglamento, asociaciones, federaciones, etc., profanado su esencia integradora y catártica; coartando su libertad expresiva comunicativa y lúdica, sacándolo de su contexto para volverlo académico, frió y hasta impersonal, desvirtuando su razón de ser.
A pesar de ello, se sostiene por su ritmicidad, especialidad y temporalidad. Todo su potencial lúdico, mágico y recreativo, le confiere unas condiciones especiales que lo sacralizan modificando tiempo y espacio permitiendo una experiencia única donde afloran la individualidad y la esencia humana. Por eso el tejo no puede descontextualizarse. Las risas, burlas, el agria, guarapo o chicha, la greda, la ayudita con los movimientos corporales, la expectativa de un lanzamiento mejor y su mágico poder integrador en el triunfo y la derrota, son algunas de las bondades que ofrece el hombre de hoy, en su cotidiano esfuerzo por sobrevivir en este mundo de complejas circunstancias.
No puede asumirse el tejo como producto terminado y alienante es un conjunto dinámico y su conceptualización debe ser coherente con este proceso, mucho menos, puede pretenderse enmarcarlo en categorías absolutas sustituyéndolo de su nivel de desarrollo, sometiéndolo a criterios inflexibles. Es por ello que mantiene su presencia y vigencia en todas las regiones del país.
Algunas páginas en internet sobre el juego del tejo:
Interesante artículo: "El tejo en estampillas" Periódico El Tiempo.
Otra joya de artículo: "manual para reventar mechas"
Libros:
"La medicina en la cultura muisca."Pisado de la cancha.
Es la forma de preparar el terreno de cada lado del campo de juego. Se aplasta la greda con un elemento metálico pesado. Se coloca en el centro el Bocín y se ubican las mechas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario