domingo, 6 de marzo de 2011

Jugando con fuego. Quemado en Xibalbá.

Para continuar estas entregas del Chaaj (Juego de la pelota maya), quiero referirme en esta ocasión al juego de la pelota de fuego. Esta es una modalidad del chaaj que consiste en golpear y conducir con un mazo o bastón de madera, una pelota de madera envuelta en llamas. Es muy parecida al hockey, juego que a propósito, también es de orígen ancestral de los pueblos indígenas del hoy Canadá.

En el desarrollo del juego se busca poseer la bola con el compañero de juego, así como golpearla vigorosamente. Actualmente para que la pelota y los mazos mantengan la incandescencia, se empapan con combustible. De esa manera se consigue darle mucha vistosidad a la actividad ante el público. Se toman algunas medidas preventivas para evitar que a algún espectador pueda resultar con alguna quemadura. En el caso de los jugadores existen riesgos de quemaduras y golpes, como de hecho ha sucedido varias veces con los compañeros.
 
Fué durante este juego en Amatitlán que uno de los compañeros contactó con su mazo una de las vasijas de la ceremonia, la cual contenía carbones incandescentes, copal e incienso.
Luego de ese contacto, yo iba desplazándome hacia atrás mientras observaba la bola de fuego e intentaba recuperarla para golpearla. Estando en esa disputa, alcancé a rozar la vasija con mi sandalia de cuero. Y salieron más tizones incandescentes. Uno de esos se incrustó entre la sandalia y mi pie. Al sentir el quemón, arrastré el pie y toqué la vasija. La rompí. Y otro pedacito de carbón caliente se metió entre el dedo gordo del pie. Esa fué una quemada tremenda. Me hizo gritar casi. Pero en medio del juego lo único que pude fué apretar los dientes y tratar de continuar la jugada.

Aún continuamos jugando un rato más. El sol estaba en su apogeo. Y mi pie quería salir corriendo con su propia alma. La ampolla que hoy llevo es parecida a las provocadas cuando se ha corrido o caminado una distancia muy extensa. Creo que me sentí abrazado por los meros dioses de Xibalbá http://www.mayasautenticos.com/ball_game.htm.


Al día de hoy, pasada ya una semana no consigo curar por completo la quemadura. Esto no ha impedido que siga pedaleando para mantener los ánimos. De hecho a los dos días de este juego fuímos a un lugar donde nos sorprendió todo: La granja penal Canadá en el municipio de Escuintla. La descripción en el siguiente blog.

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